viernes, 21 de agosto de 2009

La salud del sistema

Nota de la editora: Artículo copiado de Argenpress.info

Por Jorge Gómez Barata(especial para ARGENPRESS.info) viernes 21 de agosto de 2009

La resistencia al proyecto del presidente Barack Obama para reformar el sistema norteamericano de salud, el más caro del mundo desarrollado y no por ello el más eficiente y que no ofrece cobertura a unos cincuenta millones de personas, es decir a la sexta parte del país, es surrealista.

En momentos en que la estafa de que son objeto la sociedad, los individuos y el gobierno, norteamericano por diferentes factores involucrados en los servicios de salud, alcanza límites delirantes y el Estado, tal y como le corresponde, se dispone a actuar en defensa de la sociedad y promueve una legislación apropiada, desde todas las estructuras sociales se levanta una reacción que fractura al Congreso, a los partidos políticos y la clase médica y divide a la sociedad.

El descubrimiento científico de Carlos Marx mejor comprendido por los capitalistas europeos, es que al calcular el valor de la fuerza de trabajo, expresado en el salario, se incluye, no sólo el dinero imprescindible para que el obrero reponga las energías empleadas en el proceso productivo, sino también lo necesario para sostener a su familia. De ese modo se asegura la reproducción de la fuerza de trabajo.

La moderna industria capitalista requiere de masas de obreros calificados, sanos y motivados, lo que exige facilidades para acceder a escuelas y universidades, acceso a la alimentación, los servicios de salud y condiciones de vida y trabajo confortables y saludables. Las políticas sociales vinculadas al estado de bienestar no fueron dadivas, sino inversiones.

La instrucción y la salud pública son las demandas y las conquistas sociales más antiguas y decisivas de los trabajadores y su prestación eficiente es el principal indicador de la calidad de la vida y del bienestar de todas las naciones y, aunque en ninguna parte se ha llegado a la perfección, con la excepción de los Estados Unidos, no existe ningún país desarrollado que muestre un cuadro crítico en esos rubros.

La atención médica básica es un problema que los países capitalistas desarrollados resolvieron, como mínimo hace 60 años, mediante la combinación de obligaciones públicas y privadas. En Europa Occidental, Japón, Australia y otros países, el ejercicio privado de la medicina convive con diversas modalidades de desempeño del Estado, instituciones de tipo cooperativo y mutualistas.

En todas partes funciona también la industria farmacéutica privada que, de muchas maneras, sin perder su status capitalista ni omitir las leyes del mercado, se ensambla a los sistemas existentes y, de un modo u otro, permite el acceso de los ciudadanos a los medicamentos que necesitan. Auque en todas partes, en los servicios de salud asoman imperfecciones, en ningún país desarrollado presentan el desastre económico, organizativo y moral presente en los Estados Unidos.

Por su factura y contenido y por emplear códigos que acuden más a las emociones que a la razón, la propaganda puesta en circulación por los detractores de la reforma sanitaria, recuerda los perfiles propagandísticos del anticomunismo visceral de los años cincuenta, sólo que ahora intenta hacer creer que Obama es un socialista que se trata de “nacionalizar” los servicios médicos y que, de aplicarse su propuesta, los individuos perderán la libertad para escoger el médico o la institución con quienes prefieren atenderse.

Por estos caminos se ha llegado a sugerir que las autoridades pudieran decidir cuando ha llegado el momento de retirar a los pacientes terminales las ayudas extracorpóreas que los mantienen con vida, incluso que administrativamente se descartarán los casos en que por padecer afecciones incompatibles con la vida, no merece la pena gastar recursos y que del mismo modo, se ha determinará qué embarazos es preciso interrumpir.

El asunto trasciende las apariencias, pues si bien, para el presidente, la reforma de salud se ha convertido en una especie de Rubicón; para la sociedad se trata de un test que pudiera indicar hasta dónde es posible cambiar a los Estados Unidos cuyo pueblo, que también forma parte del imperio, no parece dispuesto a ceder un ápice en lo que a su estilo de vida se refiere ni a sacrificar nada, no ya en nombre de la preservación del planeta y la supervivencia de la especie, sino incluso en nombre de su propio bienestar.

En el fondo también se trata de una excusa perfecta de la derecha ultra conservadora para erosionar la popularidad del presidente, reducir su capacidad de convocatoria, derrotarlo, desalentarlo y desmoralizarlo, como eficaz recurso para doblegar su voluntad, paralizarlo e impedirle cumplir sus promesas y su programa de cambiar a los Estados Unidos, por cierto para bien de Estados Unidos.

Con el apoyo de los pobres, los negros, los emigrantes, los hispanos, los jóvenes, parte de la clase media y la intelectualidad avanzada, un afro americano derrotó a McCain y Sara Palin, binomio con el cual se pretendió continuar el nefasto esquema imperial montado con Bush y Cheney. Hacer fracasar la reforma de salud significaría introducir una cuña para separar al presidente de su base social. Ojalá no ocurra tal cosa. Lo que es malo para Obama no es necesariamente bueno para el mundo.

“Sabia orientación” de Washington desencadena campaña mediática continental contra gobiernos progresistas de América Latina

Nota de la editora: Artículo copiado de ARGENPRESS.info

Por Ernesto Carmona
especial para ARGENPRESS.info)viernes 21 de agosto de 2009

Las asociaciones de dueños de medios de prensa de siete países sudamericanos “denunciaron” el jueves en grandes avisos en la prensa chilena un “sostenido deterioro” de la libertad de expresión en la región, sin individualizar a ningún país. La “noticia” difundida por el duopolio El Mercurio, La Tercera y otros periódicos, sincroniza con un comunicado difundido el 3 de agosto de 2009, bajo el título “Venezuela: Chávez acciona para silenciar a los medios de la oposición”, por la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), la organización más poderosa de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos.

Según el documento, desclasificado por la investigadora venezolana Eva Golinger, la DNI asegura que “el gobierno del Presidente Chávez está moviéndose con fuerza para silenciar a sus críticos a través de la introducción de una ley de Delitos Mediáticos que autorizaría el encarcelamiento de periodistas, ejecutivos de empresas mediáticas y bloguistas que reportan sobre cualquier asunto considerado por el gobierno como dañino a los intereses del estado. Simultáneamente, el gobierno venezolano está cerrando más de 200 emisoras de radio e imponiendo normas que regularán a RCTV Internacional, mientras que también se posiciona para tomar control del canal de noticias de la oposición, Globovisión…”

La “ley de Delitos Mediáticos” nunca llegó a ser formalmente debatida por la Asamblea Nacional como proyecto de ley. Tampoco se cerraron “más de 200 emisoras de radio”, sino 34 tuvieron que dejar de emitir su señal porque operaban ilegalmente según una legislación de 1982, muy anterior al gobierno de Chávez que comenzó en 199. Globovión y RCTV operan normalmente, incitando frecuentemente al magnicidio del Presidente. La mentirosa orientación de la DNI fue también la argumentación invocada por la fracción dominante de la directiva del Colegio de Periodistas de Chile que el 15 de agosto manifestó “su profunda preocupación por la situación de la prensa en Venezuela”, episodio que ha ocasionado un intenso debate al interior de la organización de los periodistas chilenos.

El manifiesto de las siete organizaciones de dueños de diarios de Chile, Perú, Colombia, Brasil, Argentina, Ecuador y Bolivia “denunció” que la impunidad en los asesinatos de periodistas, las amenazas, agresiones físicas y verbales contra propietarios, periodistas y trabajadores de los medios son prácticas recurrentes de “algunos gobernantes”, pero sin indicar cuáles. Los asesinatos más recurrentes de periodistas de la región ocurren principalmente a manos de esbirros de los poderes fácticos de provincias y estados, asociados al narco tráfico y a la corrupción local y no a los gobiernos nacionales. En lo transcurrido del año 2009 han asesinado a 20 periodistas en América Latina, informó Hernán Uribe, Presidente de la Comisión Investigadora de Atentados (CIAP) a Periodistas de la FELAP.

La Asociación Nacional de la Prensa de Chile, el Consejo de la Prensa Peruana, Asociación de Diarios Colombianos, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas, la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos, la Associação Nacional de Jornais de Brasil y la Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia también citaron supuestas prácticas de hostigamiento regulatorio, judicial y tributario contra los trabajadores, que en realidad en Venezuela afectaron a sus patrones, los dueños de la prensa. También hablaron de asignación arbitraria de publicidad estatal, caducidad injustificada de licencias de estaciones de radio y televisión, injerencia y cooptación gubernamental de medios privados. Este ambiguo manifiesto apareció justamente en Chile, un país donde dos personas controlan prácticamente la totalidad de los diarios del país, Agustín Edwards con 23 periódicos encabezados por El Mercurio, y Alvaro Saieh, dueño de La Tercera, La Cuarta, La Hora y otros medios impresos, aunque ambos poseen también radioemisoras dedicadas a transmitir “noticias”.

En una curiosa coincidencia, el orientador comunicado de la CNI del 3 de agosto describió al Presidente Chávez como “un dictador con un control total sobre los medios de comunicación” y añadió que “el gobierno está actuando con fuerza contra las emisoras de radio y RCTV Internacional, convirtiendo a Venezuela en un monopolio estatal de los medios de comunicación… [Añadió que] el gobierno también está orientando sus ataques más allá de los medios tradicionales y que Twitter, Facebook, MySpace y los blogs son nuevas formas de comunicación que “crean terror”…”, según el informe de Golinger.

Los laboratorios de operaciones psicológicas de la DNI concluyeron que “las acciones del gobierno contra los medios críticos también buscan eliminar a los únicos foros disponibles de los otros críticos de Chávez, incluyendo a los funcionarios públicos elegidos por la oposición, los partidos políticos y los estudiantes universitarios”. Las asociaciones de los amos de la prensa de los siete países advirtieron que las restricciones a las libertades de expresión, prensa y de información concluyen siempre en la privación de las libertades y los derechos de las personas, atropellando el espíritu de pluralidad y tolerancia al disenso. Afirmaron que “sin libertad de expresión, en resumen, es ilusoria la existencia de un régimen democrático”.

El comunicado descubierto por Eva Golinger fue enviado a diferentes instancias de Washington, al Congreso, a los medios, empresas y personas influyentes con intereses en América Latina. El texto no mencionó en ninguna parte que el gobierno venezolano sigue normas indicadas en la Ley de Telecomunicaciones que son obligatorias para que la Comisión de Telecomunicaciones del Estado, CONATEL, asegure que las concesiones del espectro radioeléctrico cumplan con todos los requerimientos legales. El comunicado tampoco aclaró que la supuesta Ley de Delitos Mediáticos fue simplemente una propuesta hecha por la Fiscalía venezolana y nunca estuvo en debate ni fue considerada por la Asamblea Nacional. El informe Golinger revela que la misma matriz “orientadora” de la DNI inspiró las declaraciones de un sector del Colegio de Periodistas Chile y los dueños de diarios suramericanos y la estrategia de la nueva campaña mediática transnacional.

La DNI fue establecida en 2005 como una super estructura de la comunidad de inteligencia que tiene bajo su paraguas a 16 agencias de inteligencia de EEUU. Su primer director fue John Negroponte, quien instrumentó una Misión Especial de Inteligencia para Venezuela y Cuba para optimizar los recursos y el trabajo de inteligencia y espionaje contra quienes considera sus principales adversarios en América Latina. La comisión realiza un trabajo completamente clandestino, pues sus acciones y su presupuesto son totalmente clasificados, dijo Golinger. Su actual “gerente” es Timothy Langford, un veterano de la CIA con una experiencia de más de 25 años en trabajos clandestinos. El jefe máximo de la DINE nombrado por Obama es el almirante Dennis Blair, ex comandante en jefe del Comando Pacífico del Pentágono.

En noviembre de 2005, la DNI estableció un Centro de Fuentes Públicas (Open Source Center “OSC”) para mejorar el acceso a fuentes públicas para funcionarios de inteligencia y del gobierno estadounidense. Este centro se encarga de procesar información de fuentes públicas, a través de oficinas en todo el mundo. Las fuentes de información pública incluyen la llamada “literatura gris”, concepto de la comunidad de inteligencia que se refiere a materiales que no pueden hallarse fácilmente en los canales convencionales.

Brasil: ¿Una Silva sucesora de un Silva?

Nota de la editora: Texto copiado del Servicio Informativo "Alai-amlatina".
Por Leonardo Boff, 21/08/2009.- No estoy ligado a ningún partido político, pues para mí, partido es parte. Como intelectual me intereso por el todo, aunque, de hecho, sepa lo que pasa con la parte. Tal posición me da libertad de poder emitir opiniones personales y sin compromiso con los partidos. Anticipadamente se lanzó la cuestión: ¿quién será el sucesor del carismático presidente Luiz Inácio Lula da Silva? De antemano afirmo que la elección de Lula ha sido una conquista del pueblo brasileño, principalmente de aquellos que siempre estuvieron situados al margen del poder. Lula introdujo una ruptura histórica como nuevo sujeto político, y eso parece ser irreversible, pero no consiguió escapar a la lógica macroeconómica que privilegia el capital y mantiene la base que permite la acumulación de las clases opulentas. Introdujo la transición de un Estado privatista y neoliberal, a un gobierno republicano y social que da centralidad a la cosa pública (res publica), lo que ha beneficiado a varios millones de personas. La primera tarea de un gobernante es cuidar de la vida de su pueblo, y eso Lula siempre lo ha hecho sin traicionar nunca sus orígenes de superviviente de la gran tribulación brasilera. Después de ocho años de gobierno, se lanza la pregunta que seguramente interesa a la ciudadanía y no sólo al PT: ¿quién será su sucesor? Para responder a esta pregunta, necesitamos tomar altura y darnos cuenta de los cambios ocurridos en Brasil y en el mundo. En ocho años muchas cosas han cambiado. El PT ha sido sometido a duras pruebas, y hay que reconocer que no siempre ha estado a la altura del momento y de las bases que lo sostienen. Todavía estamos esperando una vigorosa autocrítica interna a propósito de la presumible compra de votos de diputados conocida con el nombre de «mensalão». Los ciudadanos no perdonamos esta falta de transparencia y de coraje cívico y ético. El PT se ha vuelto en buena parte un partido electorero, interesado en ganar elecciones a todos los niveles. Para eso se obligó a hacer coaliciones muy cuestionables, en algunos casos, con la parte peor de los partidos, en nombre de una gobernabilidad que frecuentemente se puso por encima de la ética y de los propósitos fundacionales del PT. Hay una ilusión que el PT debe romper: la de imaginarse a sí mismo como la realización del sueño y de la utopía del pueblo brasilero. Seria rebajar al pueblo, pues este no se contenta con pequeños sueños y utopías de horizonte tacaño. Yo que, en función de mi trabajo, circulo por las bases de la sociedad, veo ya no se discute sobre «qué Brasil queremos», discusión que animó durante decenios el imaginario popular. Ha habido una despolitización innegable, por el hecho de que el PT ha ocupado el poder. Hizo lo que pudo cuando podía haber hecho más, especialmente en lo que se refiere a la reforma agraria y a la inclusión estratégica (y no meramente puntual) de la ecología. Por lo tanto, el sucesor no se puede contentar con hacer «más de lo mismo». Hay que introducir cambios. Y el gran cambio en la realidad y en la conciencia de la humanidad es el hecho de que la Tierra ya ha cambiado. La rueda del calentamiento planetario ya no puede pararse; sólo se puede retrasar en su velocidad. Desde el 23 de septiembre de 2008 sabemos que la Tierra como conjunto de ecosistemas con sus recursos y servicios es ya insostenible, porque el consumo humano, especialmente el de los ricos que derrochan, ya ha sobrepasado en un 40% su capacidad de reposición. Esta coyuntura, si no se toma en serio, puede llevarnos en los próximos decenios a una tragedia ecológico-humanitaria de proporciones inimaginables, e incluso -allá por el final del siglo- hasta a la desaparición de la especie humana. Hay que reconocer que el PT no incorporó la dimensión ecológica en el corazón de su proyecto político. Y Brasil será decisivo para el equilibrio del planeta y para el futuro de la vida. ¿Quién es la persona con carisma, con base popular, ligada a los fundamentos del PT y que se ha hecho icono de la causa ecológica? Es una mujer, siringueira, de la Iglesia de la liberación, amazónica. Ella también es una Silva, como Lula. Su nombre es Marina Osmarina Silva.

Leonardo Boff, teólogo, es autor del libro "Que Brasil queremos?" Vozes 2000.