domingo, 23 de agosto de 2009

El PRD podría ser expulsado de la Internacional Socialista por su apoyo a la aprobación del artículo 30 de la Reforma Constitucional

Nota de la editora: Crónica copiada de Clave Digital, compartido por la amiga y escribidora Lilliam Fondeur.

"No somos nosotras las que vamos a expulsar al PRD"

Riamny Méndez/Clave Digital
domingo, 23 de agosto de 2009, 03:00 p.m.

El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) podría ser expulsado de la Internacional Socialista (IS) por su apoyo a la aprobación del artículo 30 de la Reforma Constitucional que protege la vida desde la concepción -cuando dos células microscópicas se unen- hasta la muerte.

Dos vicepresidentas de la Internacional Socialista de Mujeres (ISM), Lourdes Quiñones -América Latina y el Caribe- y Miguelina Vecchio -Cono Sur-, participan en la elaboración de un informe sobre la actitud del PRD, que a su juicio viola los principios de la organización. Consideran que el artículo, que en la práctica prohíbe salvar la vida de una mujer que requiera un aborto terapéutico, viola los derechos humanos.

Las vicepresidentas también cuestionan, por motivos parecidos, los gobiernos de ideología socialista de Nicaragua y Uruguay.

¿Cuál es la posición de la Internacional Socialista sobre el aborto?

Quiñones. La Internacional Socialista promueve en sus documentos el derecho a decidir de las mujeres. Por eso estamos aquí, apoyando a nuestras compañeras de la República Dominicana. Creo que en la Constitución están los principios generales para salvaguardar y apoyar cada uno de los derechos civiles y humanos que tienen los ciudadanos en un país. No puede ser que, con el apoyo de un partido de la IS, en una constitución quede plasmado el rechazo absoluto al derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.

¿Ustedes han dicho que no fueron invitadas por el PRD, ¿con quiénes se han reunido en el país?

Vecchio. Primero discutimos con las mujeres de la sociedad civil, en el Foro de Mujeres, porque ellas nos invitaron. Luego hablamos con las mujeres del PRD. Nosotras no estamos aquí en el papel de policías. Somos salvaguardas de un estatuto con el cual ingresamos en esta organización. No somos nosotras las que vamos a expulsar al PRD, pero, la Comisión de Ética de la Internacional Socialista tendrá que pronunciarse, porque los asuntos de las mujeres son asuntos de los partidos. El artículo no fue una iniciativa del PRD, pero quienes van a pagar la cuenta son las mujeres del PRD porque el aborto no debe ser un tema constitucional. Si quieren hacer un agrado a la Iglesia dominicana que lo hagan con otra cosa, no con los derechos de las mujeres.

¿Ustedes están trabajando en algún otro país con casos parecidos al dominicano?

Vecchio. En Nicaragua tenemos un problema parecido con el Frente Sandinista, que fue el partido por el cual Margarita Zapata luchó durante 40 años. Los sandinistas abolieron el aborto terapéutico y en Uruguay, Tabaré Vásquez, que ganó por la coalición socialista Frente Amplio (de la que forman parte dos partidos afiliados a la IS) vetó una ley sobre el aborto. Esta situación no es con el PRD, no es una cacería de brujas. La situación es la misma de Nicaragua y de Uruguay. Las personas tienen que decidir: si quieren pertenecer a una organización socialista, no pueden comportarse como imperialistas fanáticos

¿Qué pasará en la Internacional Socialista con el informe que elaboren sobre República Dominicana?

Quiñones. Le informaremos a la presidencia de la ISM. Después, ese informe va a la Secretaría General de la Internacional Socialista, donde deben tomar una decisión.

Hablemos de política y género. ¿Cómo se explica que casi 60 años después de la fundación de la IS, que nació ligada a movimientos de mujeres, la presencia femenina siga siendo minoritaria en los partidos?

Quiñones. Creo que también es una decisión de las mujeres el participar y es una responsabilidad histórica que debemos aceptar para defender los derechos humanos de las mujeres.
Pero en América Latina hay muchas quejas de que aunque las mujeres hacen activismo político en las bases, luego les ponen obstáculos al ascenso.

Quiñones. Eso pasa también en mi partido, soy del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México. Pero es una lucha que siempre hemos dado las mujeres. No es de ahora, ni es de ayer. Y será del mañana, porque nuestros compañeros no entienden, no aceptan todavía que una de nuestras obligaciones es luchar con ellos, brazo con brazo, por el bienestar de la ciudadanía. La visión que tenemos las mujeres sobre cómo defender el derecho o hacer la gestión de la ciudadanía es una, y la que tienen ellos es otra. Por eso lo tenemos que pelear cuerpo a cuerpo.

¿Y cuál es la diferencia?

Quiñones. En mi país resultó un hecho característico y emblemático de lo que ocurre cuando la mujer participa. En los años 70 a Reinosa, al norte de México, llegaron las maquiladoras (zonas francas). En el sur fue el boom petrolero. Llegaron infinidad de ingenieros y otros trabajadores. Al norte, donde llegaron las maquiladoras, el municipio se empezó a desarrollar, las mujeres exigieron escuelas, seguridad y todos los servicios que ellas necesitaban. Al sur, donde estaba el boom petrolero se desarrollaron los bares, el vicio, la prostitución, y se encareció la vida. Cuando de la noche a la mañana se van las maquiladoras, se quedan las mujeres sin trabajo y empieza entonces el boom del gas; llega otra vez la prostitución, el maltrato a la familia, la violencia intrafamiliar. Esa es la diferencia, cuando las mujeres tenemos una seguridad económica y participamos, luchamos por el bienestar de la familia, de la comunidad, de nuestras parejas. No es dicho por mí. Se sabe que cuando una mujer trabaja, el 90% de su salario va al hogar; cuando un hombre trabaja el 30% va al hogar. Esa es la diferencia.

¿Usted sostiene que las mujeres están poco empoderadas?

Vecchio. Las mujeres están muy poco empoderadas y a veces las que ascienden ignoran a la base, no visibilizan a las mujeres de la base. Es necesario cualificarse, pero en muchos partidos las mujeres son más cualificadas. Nosotras luchamos por 30%, que es lo mínimo. Lo justo es que seamos un 50%.

¿Pero una vez que las mujeres tienen el poder político o de decisión, según su experiencia, ¿cómo actúan, igual o distinto a los hombres?

Vecchio. No es algo homogéneo; cuando las decisiones son colectivas, construidas por todas, se hace una diferencia. Pero hay mujeres que se alían a los hombres para beneficiarse a sí mismas, no a todas las mujeres del partido. Cuando actúen así, que no piensen que estaremos alienadas para siempre. En Brasil sólo tenemos una representación del 10% en la Cámara Federal. En una ocasión querían que yo fuera diputada federal y entonces me decían: no hable sobre aborto, no hable mal de los empresarios. Y ahí pensé: es mejor no participar si voy a tener un pedazo vendido a la iglesia, y otro a los empresarios. Entonces, ¿quién soy yo? No quiero ser diputada para eso, quiero pensar por mí misma.

Algunos politólogos piensan que la IS es una institución estancada en el tiempo, cada vez hay menos jóvenes entre ustedes.

Vecchio. La rebeldía es inherente a la juventud y si los partidos que deben ser rebeldes están viejos y conservadores, entonces ese no es un problema de la juventud, es un problema de los partidos que no tienen nada que ofrecer a los jóvenes luchadores.

ZAPATA DICE QUE LOS PARTIDOS DE LA IS SE DERECHIZAN

Margarita Zapata, presidenta de la Fundación Emiliano Zapata y ex vicepresidenta de la Internacional Socialista, participará en la elaboración del informe sobre el PRD.

La nieta de Emiliano Zapata sostiene que los partidos de la IS "se han ido derechizando". Cita, como ejemplo, que eurodiputados de partidos miembros de la organización votaron a favor de la "directiva de retorno", que faculta a los gobiernos a detener hasta por un año a los "inmigrantes sin papeles". Piensa que en América Latina la “derechización” de los partidos se observa, entre otros aspectos, en una aceptación de políticas que reivindican el patriarcado, por no reconocer los derechos de las mujeres, ni de los homosexuales.

Figura histórica del Frente Sandinista y ex luchadora contra la dictadura de Anastacio Somoza, mantiene una actitud crítica contra el gobierno de Daniel Ortega. "Lo que hay detrás del Frente Sandinista es la derecha confesional, la derecha somocista. No voy a tratar de destruirlo, pero no estoy comulgando con las posiciones de los líderes en este momento", recalca. Es considerada una persona ortodoxa dentro de la IS, que agrupa a partidos socialdemócratas, socialistas y laboristas. "Yo me sigo considerando sandinista; más que sandinista soy socialista y lo digo, y no me atemoriza nada de eso, porque soy marxista; no claudico ni en mis valores ni en mis principios, sigo siendo socialista", enfatiza. Por eso defiende el derecho al aborto como un asunto de clase.

Opina que son las mujeres pobres y no las ricas las que mueren en abortos ilegales cuando el Estado se niega a realizar la práctica médica.